Esta es una etapa en la cual el niño o niña va probando sus
límites y los de los demás.
“No le hace caso a nadie” o “A todo responde
¡NO!”
Por supuesto que los niños/as nunca son
totalmente desobedientes, pero sí es cierto que hay períodos en que
parecen estar más rebeldes con las normas o con las indicaciones de alguno de
sus cuidadores.
No es raro que haya etapas en que alguien cercano se queje
por ejemplo de que“¡A la única que le hace caso es a la mamá!”.
Alrededor de los tres años, los niños se fascinan con el
efecto que tienen sus ¡no! Y por eso ocupan esta palabra sin estar realmente
respondiendo a lo que se les pide o pregunta.
Un ejemplo común de esta situación podría ser el siguiente
diálogo:
Marianita, ven a ponerte pijama.
¡No!
Marianita, ven.
¡No quiero!
Seguramente no es que ella no tenga sueño, sino que
disfruta manifestando su autonomía, voluntad y control de la situación.
Es importante lograr un clima afectivo y alegre en el hogar,
de modo que seestimule la cooperación entre los integrantes de la
familia en vez de la restricción o la oposición.
Los niños/as deben sentirse reconocidos y escuchados pero
también es importante que desde pequeños aprendan a escuchar y comprender que
muchas cosas no son porque sí, sino que tienen su razón de ser.
Es fundamental que los adultos seamos claros con ellos y que
cuando les digamos que sí o que no a algo,
siempre acompañemos nuestra respuesta con una breve explicación de nuestras
razones.
“Las pataletas”
Estamos frente a un niño/a que ha descubierto los efectos que
tiene suoposición en los demás. A esta edad, suelen tener poca
capacidad para aceptar frustraciones o respuestas negativas a sus peticiones,
entonces hacen pataletas para llamar la atención de los adultos y lograr con
ellos su objetivo.
Esto le ha ocurrido probablemente al niño que hemos visto
con pataleta en el suelo del almacén porque la madre no le ha comprado un
dulce. Sucede que la madre se desespera, no encuentra cómo tranquilizar a su
hijo. Entonces cede y le compra la golosina. La pataleta se acaba, pero el
problema es que este hijo va aprendiendo que con pataletas puede lograr
lo que quiere, entonces aumenta la probabilidad de que las repita
cada vez que considere que no se hace lo que él quiere.
Al llegar a los 4 años la intensidad de las
rabietas comienza a disminuir poco a poco y el niño/a aprende a expresar
de mejor manera lo que necesita y piensa.
Es importante enseñar a los niños/as desde pequeños que
con las pataletas no se consigue nada y que no se puede hacer
o tener todo lo que se desea.
Algo recomendable es tratar de no prestarles atención
mientras están alterados, pero luego sí reconocerlos positivamente cuando se
han calmado y proceder a conversar sobre lo sucedido.
“No quiere comer”
Sucede que a partir de los tres años, hay niños/as que
presentan muchas dificultades a la hora de comer, lo que puede resultar
muy frustrante yagotador para el adulto que
intenta alimentarlo.
Oscar, cómete la comida, que está rica y te hace bien.
Mm mm (Oscar dice “no” con la boca muy cerrada y juega con
la cuchara).
Con esta actitud, Oscar está llamando la atención de
su papá que le quiere dar la comida, pero con una conducta que es negativa para
su bienestar nutricional y relacional.
El pequeño no sólo está alimentándose mal, sino que puede
generar sentimientos de rabia, pena o frustración por parte de su papá.
Son variadas las causas que hay detrás de negarse a
comer; algunas de ellas pueden ser:
La voluntad de ejercer control de
sí mismo y el entorno. El niño está usando su autonomía recién descubierta.
Podría ser que el niño/a se sintiera falto de afecto y
estuviera buscando llamar la atención con conductas
desadaptativas. En este caso es importante mejorar la relación y las
demostraciones de afecto entre ambos. También se sugiere ignorar la conducta
inadecuada de no querer comer para que el niño aprenda que esa no es una buena
forma de atraer al papá, en este caso.
Falta de hábitos alimenticios adecuados.
Las comidas deben tener un horario relativamente estable (el niño/a no tendrá
hambre si come regularmente a deshora), espacio adecuado (si es frente al
televisor, puede desconcentrarlo de la comida), etc.
También es importante darle importancia pero no sobre-estimular esta
actividad con muchos bailes, juegos y cantos que finalmente terminan distrayendo
al niño/a.
Es importante que el niño/a comprenda que no puede controlar
esta situación. En caso de que las dificultades persistieran, se debe consultar
a un profesional.
¿Cómo prevenir y manejar las rabietas?
Cuando le pidas a un niño/a que haga algo, utiliza un tono
amistoso y solicítalo como una invitación, más que como
una orden. También ayuda decir “por favor” y “gracias”.
No sobre-reacciones cuando él/ella diga que “no”. Durante
algún tiempo, ésta puede ser su respuesta automática a cualquier petición
u orden y más que negarse a tu petición, es probable que esté jugando y probándose a
sí mismo.
No recurras nunca al castigo corporal. Los
golpes nunca son una buena estrategia para enseñar a los niños/as, ya que
aprenderán a tener respuestas violentas si perciben que los adultos las
utilizan.
Evita las situaciones que han
iniciado una confrontación en el pasado.Recompensa el buen
comportamiento con afecto.